Para muchos turistas, Dubrovnik, es la puerta de entrada al país. Ya sea en barco (siempre veréis algún crucero en su puerto) o en avión, como es nuestro caso.

Se encuentra en la región de Dalmacia y es la llamada «Perla del Adriático», ahora descubriréis por qué

Aunque disponemos de coche de alquiler, en el hotel nos dicen que el aparcamiento en el centro es complicado y nos recomiendan ir en bus.

La primera imagen que se nos viene a la cabeza de Dubrovnik es su casco antiguo amurallado. Esta muralla mide 1940 metros de largo y 25 metros de alto y rodea una impecable arquitectura medieval que destaca por el blanco de sus calles y edificios.

Dubrovnik

La calle principal de Dubrovnik se llama Stradun y es esta calle, larga, de pulidas piedras, peatonal y de mucho comercio, la que nos da la bienvenida a la ciudad tras atravesar su muralla por una de sus antiguas puertas.

En Stradun ya podemos admirar la arquitectura que nos va a acompañar durante todo nuestro viaje a Croacia; edificaciones de piedra blanca de dos o tres pisos de altura con contraventanas de colores (normalmente verde o azul) que más parecen palacetes que casas.

Es la calle más antigua de la ciudad, pero aún más antigua que Stradun es la Torre Minceta, que es uno de los símbolos de la ciudad y una de las fortificaciones más bonitas del mundo.

Aquí también nos encontramos el fuerte Buka, que antiguamente, defendía la ciudad y donde hoy se celebra el Festival de Verano de Dubrovnik que entrega los premios Orlando. Sí, sí, en Estados Unidos se entregan los Oscars; en España los Goya y en Croacia, los Orlando y… ¿quién era este tal Orlando?

Pues, Orlando es otro símbolo de la ciudad. En una columna de piedra cerca de Bokar se encuentra esculpido un guerrero medieval. Dice la leyenda que los habitantes de Dubrovnik levantaron este monumento al héroe en agradecimiento a su lucha contra los piratas sarracenos.

Enfrente de Orlando está el Palacio Sponza, lo reconoceréis por sus arcadas y ventanas de estilo gótico.

Algo que tampoco podéis dejar de ver es el convento franciscano, con su farmacia, que se conserva hasta el día de hoy y que fue fundada en 1317.

Podéis hacer una parada junto a la fuente de Onofrio para descansar y recuperar fuerzas antes de dar un paseo por las murallas de la ciudad.

Dubrovnik

Parece que ha llegado la hora de reponer fuerzas, ¿no?.

Os recomendamos que probéis los Sporki Makaruli. Es un plato de pasta típico de Dubrovnik cuyos ingredientes son: los makaruli (unos «macarrones» algo más largos de lo que es habitual), carne de vaca y una salsa de tomate bastante especiada.

De postre, atreveros con los Paradizot. Es un postre ligero y refrescante que se come frío elaborado con galletas, aguardiente de guinda, vino aromático, huevos, leche, azúcar y corteza de limón.

Es tiempo ya de dar un paseo hasta la cercana fortaleza de Lovrijerac.

Esta fortaleza se encuentra fuera de las murallas. Es un lugar ideal para admirar el paisaje y tomar unas bonitas fotos de la ciudad amurallada de Dubrovnik.

Lovrijerac tiene forma triangular y 3 plantas. Los muros que dan al mar tienen 12 metros de grosor.

Sólo se puede acceder al fuerte por medio de 2 puentes. Uno de ellos, que fue por el que accedimos, da directamente a la puerta principal de la fortaleza. Si os fijáis, sobre ella, hay una inscripción en latín que significa: «La libertad no se vende por todos los tesoros del mundo».

Sobre las terrazas más elevadas de los muros siguen estando los viejos cañones, y, como os hemos dicho al principio, desde aquí podréis disfrutar de unas vistas fantásticas de la ciudad y de la Bahía de Pile.

Si sois seguidores de Juego de Tronos, sabes que existe un tour que recorre la ciudad pasando por los escenarios más emblemáticos de la serie.

Aquí os dejamos un enlace con toda la información por si os animáis.

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