Desde los Lagos de Plitvice viajamos hasta la península de Istria y el primer lugar que visitamos es Buje, una pequeña localidad de origen medieval.
Se ubica en una colina denominada Atalaya de Istria desde donde observamos el precioso paisaje mediterráneo y el mar.
Toda la localidad tiene una gran influencia veneciana debido a su cercanía con esta ciudad. Es interesante pasear por sus calles, muchas en cuesta, donde os encontraréis pocos turistas para poder disfrutar mejor del antiguo trazado medieval que aún conserva.
Su monumento más destacado es la iglesia de Sveta Servula del siglo XVI.
Es un pequeño pueblo para relajarse del turismo masivo de otras ciudades costeras y por qué no, para disfrutar de alguno de sus vinos de tradición centenaria.
Umag
Seguimos hasta Umag, lugar donde está nuestro hotel. Pero antes nos detenemos en este pequeño pueblo con mucho encanto que es uno de los lugares de veraneo preferido de los croatas.
Su centro histórico ubicado en una estrecha franja de tierra aún conserva algunos monumentos que datan de la época romana y restos de la muralla veneciana.
La Iglesia de la Asunción de la Virgen María y el campanario son del siglo XV y se sitúa en la plaza principal conservándose también un buen número de edificios de época veneciana.
Umag está a tan sólo 15 minutos de la frontera con Eslovenia y a 2 horas y media de Venecia.