A ver, párate un segundo a pensar. ¿Cuántas ciudades pueden presumir de tener un templo egipcio auténtico en pleno centro? Spoiler: no muchas.
Pero Madrid, la siempre sorprendente Madrid, tiene su propio Templo de Debod, un regalo directamente desde las tierras de los faraones.
Y… si todavía no lo has visitado, estás a punto de descubrir un lugar lleno de historia, con unas de las mejores puestas de sol de la ciudad.
¿Listo para este mini-viaje a Egipto sin salir de Madrid?
¿Cómo llegó el Templo de Debod a Madrid?:
Vamos a hacer un pequeño viaje en el tiempo, concretamente entre los años 200 a 180 a.C. (sí, así de viejo es este templo). Fue en esa época cuando el Rey Adijalamani de Meroe decidió construir este templo en Nubia, cerca de la isla de File, para honrar a los dioses egipcios, especialmente a la diosa Isis. Todo muy exótico y místico, ¿verdad?
Pero claro, Madrid en esa época ni siquiera estaba en los planes de nadie. Entonces… ¿Qué hace un templo de la antigua Nubia en pleno Parque del Oeste? ¡Buena pregunta! Vamos al grano. Resulta que en 1958, Egipto decidió construir la presa de Asuán, y varios templos, incluido el de Debod, corrían el riesgo de quedar sumergidos bajo el agua. Así que la UNESCO, junto con varios países (¡incluido España!), lanzaron una operación para salvar estas joyas de la arquitectura antigua.
Y aquí viene lo mejor. Como agradecimiento, el Gobierno Egipcio decidió regalar a España el Templo de Debod. ¿Y cómo llegó hasta aquí? Fácil, ¿verdad? Pues no tanto… Fue desmontado pieza a pieza (literalmente) y enviado a España en barco. Llegó a Valencia en 1970, ¡desde Alejandría! Y después de algunas discusiones sobre dónde ponerlo, Madrid salió ganando. ¡Ole por nosotros!
Montar un templo egipcio no es como jugar al LEGO:
Una vez el templo llegó a Madrid, empezó el trabajo más difícil: montarlo de nuevo. Spoiler: no había manual de instrucciones. Solo un croquis y un plano básico desde Egipto. Vamos, lo justo para que el equipo encargado de su reconstrucción se las viera y deseara para juntar todas las piezas. Pero, después de mucha paciencia (y probablemente más de un «¿dónde iba esto?»), el templo quedó listo y fue inaugurado en diciembre de 1970 por el mismísimo Juan Carlos I.
La visita: Qué ver y cuándo ir.
Si estás pensando en visitarlo, nuestro consejo número uno es que vayas al atardecer. Sí, sabemos que lo hemos dicho varias veces, pero es que es EL MOMENTO para disfrutar del templo. La luz dorada bañando las piedras, los reflejos en el agua… una auténtica postal de Instagram, vaya.
Pero, si prefieres evitar las multitudes, te recomendamos ir entre semana. Los fines de semana, tanto madrileños como turistas se amontonan para ver el espectáculo de colores.
Dentro del templo encontrarás paneles explicativos sobre su historia, pero lo mejor es que ¡la entrada es gratuita! Así que no tienes excusa para no hacer esta mini escapada egipcia en tu propia ciudad. Además, puedes completar el plan paseando por el Parque del Oeste, que rodea el templo y es perfecto para relajarte un rato (y si quieres… echarte una siestecita en la hierba no estaría mal).
¿Qué hacer después?:
La visita al Templo de Debod es cortita, pero eso no significa que tu día tenga que acabar ahí. Después de disfrutar del templo y el parque, te recomendamos darte una vuelta por los alrededores:
- Plaza de España: A tiro de piedra del templo, puedes aprovechar para pasear por esta icónica plaza de Madrid que, tras su reforma, ha quedado espectacular. Además puedes subir al rooftop del Hotel Riu para seguir disfrutando de Madrid desde las alturas.
- Calle Gran Vía: Si eres de los que disfrutan con el bullicio y las compras, esta calle es el paraíso.
- Casa de Campo: Si te has quedado con ganas de naturaleza, esta gigantesca zona verde está muy cerca y es perfecta para perderse (o, mejor dicho, para desconectar).
El Templo de Debod es, sin duda, una de esas joyas que hacen que Madrid sea aún más especial. Un lugar lleno de historia, misterio y, sobre todo, con una de las vistas más bonitas al atardecer. Así que, si aún no has estado, ¡es hora de que lo pongas en tu lista de visitas imprescindibles! Además, no todos los días puedes decir que has visitado un templo egipcio sin salir de tu ciudad.
Así que ya sabes, si te gusta la historia, la arquitectura o simplemente quieres disfrutar de una tarde diferente, el Templo de Debod te está esperando. Y recuerda, si haces unas fotos chulas, ¡queremos verlas! No te olvides de etiquetarnos en #ViveLaVidaRoca.
A continuación, te dejamos toda la información de utilidad para que disfrutes al máximo de tu visita.
Datos Básicos:
- ¿Dónde está el Templo de Debod?: C. de Ferraz, 1, Moncloa – Aravaca, 28008 Madrid
- ¿Cómo llegar en metro?
- Plaza de España: Líneas 2, 3 y 10 (perfecto si quieres una entrada triunfal al parque desde la gran ciudad).
- Ventura Rodríguez: Línea 3 (una opción más tranquila para llegar).
- ¿Cómo llegar en coche?: Si prefieres el coche, pon en el GPS la Calle Profesor Martín Almagro Basch. El área alrededor del templo tiene zona de estacionamiento regulado (SER), pero no suele haber demasiados problemas para aparcar.