Sofia es la capital de Bulgaria. Tiene bastante población, así que, hay tráfico, por lo que os recomendamos usar lo máximo posible el transporte público.
Nosotras, prácticamente lo único que conocíamos de Sofia antes de preparar este viaje era su catedral, debido al juego de mesa «Viaje por Europa». Así que, decidimos que era lo primero que teníamos que ver.
Se puede llegar fácilmente en metro (estación St. Kliment Ohridski).
La Catedral Alexander Nevski está situada en una enorme plaza, lo que hace fácil encontrarla.
Este, es un templo ortodoxo, al igual que los que encontraréis en el resto del país.
Para los que queráis saber más sobre esta religión os dejamos el siguiente enlace.
¿Sabéis por qué esta catedral se llama así?. Nevski fue gobernante del principado ruso de Novgorod. Fue clave en la defensa del cristianismo ortodoxo frente a los católicos teutones, por eso, se le venera como a un santo en la Iglesia Ortodoxa.
La Catedral se construyó entre finales del s.XIX y principios del XX. Se levantó para conmemorar a los rusos caídos durante la guerra búlgaro-otomana y también en agradecimiento al Zar ruso Alejandro II por su ayuda en este conflicto.
De estilo neobizantino, donde destacan las cúpulas doradas. Debido a sus dimensiones, es una de las catedrales ortodoxas más grandes del mundo.
Su interior destaca por la sobriedad y el uso de elementos como el mármol, además de frescos de gran valor.
Como dato curioso, os podemos decir que el sonido de sus campanas, traídas desde Rusia, se puede oír a 15km de distancia.
La entrada es gratuita, pero si queréis hacer fotos o videos del interior, tenéis que comprar un permiso
Os recomendamos que entréis a la catedral con una vestimenta discreta y que reguléis el tono de voz en su interior.
Sin duda, os llamará la atención, ya que es una catedral completamente distinta a las catedrales católicas españolas.
Desde aquí nos dirigimos por el Boulevard Tsar Osvoboditel al Teatro Nacional.
De camino os encontraréis la curiosa Iglesia de San Nicolás o Iglesia Rusa. Construida en los primeros años del siglo XX, está inspirada en las iglesias rusas del s.XVII, coronada por 5 cúpulas recubiertas de oro.
Sin duda, hoy en día, es una de las iglesias ortodoxas más bonitas de la ciudad.
El sobrenombre de «rusa» le viene dado por la cercanía a la antigua embajada del país.
Para llegar al Teatro Nacional debéis tomar la Ul. Dyakon Ignatiy. Haciendo esquina veréis un bonito edificio que ahora es sede de un banco.
Al final de la calle encontraréis la plaza donde se ubica el Teatro Nacional Ivan Vazov.
Su nombre es en homenaje a uno de los escritores más importantes de Bulgaria, siendo uno de los centros culturales más importantes del país.
Inaugurado en 1904, de estilo neoclásico, fue diseñado por arquitectos vieneses.
El teatro ha sufrido importantes daños en diversas ocasiones, pero siempre ha sido reconstruido.
En su fachada principal podéis ver una columnata que sostiene un frontón a imagen de los templos clásicos.
Frente al Teatro Nacional encontramos los jardines de la ciudad. Este parque es el más antiguo de Sofia, data de 1872.
Es un lugar perfecto para hacer un pequeño descanso y observar como los habitantes de Sofia echan sus partidas de ajedrez.
El Museo Arqueológico Búlgaro se encuentra cruzando el parque. Nosotras, no somos mucho de visitar museos ( a no ser que sean los indispensables) así que, seguimos nuestro camino en dirección a la Iglesia de Sveti Georgi; el edificio más antiguo de Sofia.
Para poder verla tendréis que entrar al patio del edificio gubernamental que se encuentra enfrente del Museo Arqueológico.
La Iglesia Sveti Georgi o San Jorge data de la época romana, concretamente del s.IV.
En esta zona se encontraba la antigua ciudad romana de Serdica y, este templo se construyó sobre un primitivo lugar de culto pagano.
Especialmente interesantes son sus frescos interiores.
El horario de visitas es de 8 a 18h, siempre que no se esté celebrando misa.
Saliendo del patio donde se encuentra esta iglesia nos encontramos con otra no menos importante, la Catedral Sveta-Nedelya ubicada en la plaza que lleva el mismo nombre.
Nosotras las 2 veces que pasamos por esa plaza nos la encontramos cerrada así que… ¡¡esperamos que tengáis más suerte!!.
Entorno al metro de Serdica (L2) se pueden visitar los restos de la antigua ciudad romana, que incluyen un anfiteatro que se encuentra en el hotel Arena di Serdica. La entrada es gratuita.
Comenzamos el segundo día en Sofia visitando la Iglesia de Boyana, Patrimonio de la Humanidad.
Para llegar hasta aquí, lo mejor es ir en coche. Se tarda algo menos de 20 minutos en llegar, siempre que deis con ella a la primera..
Este iglesia se sitúa en la ladera del monte Vitosha y fue construida en el s.XI.
Su importancia recae en los frescos de sus paredes que datan del s.XIII, convirtiéndola en uno de los mejores ejemplos de arte medieval de Europa del Este.
El interior de la iglesia sólo se puede visitar con guía y dura aproximadamente unos 15 minutos. La explicación es en inglés o búlgaro y no está permitido hacer fotos.
Os recomendamos que aunque no os manejéis en ninguno de los dos idiomas, hagáis la visita, ya que, los frescos, son una verdadera obra de arte.
Ya que estábamos en el monte Vitosha, decidimos hacer una incursión. Estos montes son el lugar preferido de los habitantes de Sofia para disfrutar de la naturaleza y realizar diversas actividades al aire libre.
Es el Parque Natural más antiguo de Bulgaria, cubriendo más de 25.000 hectáreas y donde hay espacio también para unas cuantas pistas de esquí y diversos negocios turísticos destinados a cubrir las necesidades de los amantes de este deporte..
Existen varias sendas que se pueden recorrer con diferentes niveles de dificultad. Una de las más conocidas es la que lleva al Monasterio Dragalevsti, atravesando los bosques del monte Vitosha.
Nosotras, en esta ocasión decidimos ir «a la aventura» y hacer la ruta de los puentes de oro, ya que teníamos especial interés en ver el río de piedras más grande del parque natural. Hasta aquí, se puede llegar andando desde Boyana pero también en coche o transporte público.
Desde este lugar, se puede intentar la subida al pico Cherni Vrah. Lleva unas 4 horas, aunque depende del ritmo de cada uno. Nosotras no teníamos tanto tiempo; pero, os animamos a comenzar la subida porque dicen que las vistas hacia la ciudad son increíbles.
Como bajamos tarde de Vitosha decidimos ir con el coche a uno de los centros comerciales de las afueras de Sofia a comer algo, y ya de paso haciendo algunas compras.
Os aconsejamos que, al hacer la maleta, dejéis algo de hueco, porque… ¡¡os sorprenderán los precios y probablemente vengáis con sobrepeso en el equipaje!!