Hoy, nos trasladamos hacia el sur de Istria, a su ciudad más grande, Pula. Pero antes haremos una pagada obligada en Rovinj.
Rovinj sin duda es esa coqueta localidad que os dejará con la boca abierta.
Está situada en la zona más turística de Istria, la costa oeste y es una de las ciudades más atractivas de toda la península e incluso del Mediterráneo.
Rovinj al igual que el resto de Istria, estuvo bajo dominio veneciano durante más de 500 años, lo que ha dado lugar a que aún conserve ese aroma italiano, incluso en el idioma, ya que el italiano es la segunda lengua oficial.
Todo el centro histórico de la localidad es peatonal, así que lo mejor es que dejéis el coche en alguno de los parkings que hay próximos al casco antiguo
Lo primero que os encontraréis al llegar al centro es el Arco de Balbi. Da acceso a la ciudad, data de 1680 y cruzándolo llegareis a la Plaza Matteotti.
Desde aquí os recomendamos ir recorriendo las calles empedradas y que sin hacer caso del mapa, lleguéis al punto más alto, la Basílica de Santa Eufemia.
Es la iglesia barroca más grande de toda Istria. Subir al campanario de 60 metros de alto es una experiencia que no os podéis perder porque las vistas que hay desde allí os darían para gastar unos cuantos carretes de fotos de los antiguos.
Después de pasar un buen rato en la zona alta, podéis descender a la plaza del Mariscal Tito. Esta plaza es el lugar de reunión de los locales y desde aquí podéis contemplar el puerto.
Como el paseo os habrá abierto el apetito, os podéis sentar en alguno de sus bonitos locales para comer algún plato de pescado; Rovinj está muy ligada al mar y a la pesca.
Después de este merecido descanso, podréis terminar de recorrer este maravilloso pueblo descubriendo unos cuantos callejones que tienen acceso directo al mar.
A nosotras fue una de las visitas que más nos encandiló por su belleza y romanticismo.
Con la luz de la tarde, y de regreso al coche por el paseo que bordea la costa, os podéis detener a sacar algunas fotos del conjunto histórico y del dorado atardecer que se refleja en el Mediterráneo. Os dejará unas imágenes que guardaréis para siempre en la memoria.
Pula
El mayor atractivo de Pula son sus vestigios romanos, y especialmente, el Anfiteatro, conocido como Arena Pula.
Es el sexto anfiteatro romano más grande y mejor conservado del mundo.
Fue construido durante la época del emperador Vespasiano en el sigo I dC y su aspecto apenas ha cambiado en 2000 años. Actualmente está en uso y en él podemos ver desde música clásica y ballet hasta conciertos de rock.
Una curiosidad… si le dais la vuelta al billete de 10 kunas croata os encontraréis el anfiteatro de Pula
Hay otros dos monumentos que también pertenecen a la época romana; el Arco del Triunfo de los Sergios y el Templo de Augusto, situado en lo que fuera el Foro romano.
Las callejuelas del centro histórico rodean lo que fuera la ciudadela central, siguiendo la estructura romana.
Igualmente interesante es el sistema de túneles Zerostrasse que se construyeron durante la I Guerra Mundial y de los que ahora se pueden visitar algunos tramos.
Pula es una ciudad animada, costera y de ambiente mediterráneo. Os recomendamos que paseéis por sus calles sin prisas, disfrutando de todo lo que os puede ofrecer