Estamos ya en la recta final de este maravilloso viaje, pero aún nos quedan algunos lugares por descubrir, como Rijeka, que ostenta el honor de ser la primera ciudad croata capital europea de la cultura.
Es una ciudad abierta, tolerante y que ha sido dominada por diferentes naciones incluso por la Alemania nazi.
La ciudad se sitúa en la bahía de Kvarnen u su nombre tanto en crotata como en italiano (Fiume) significa Río.
El casco antiguo de Rijeka no es muy grande por lo que en esta pequeña parada os podéis hacer una idea de la ciudad.
La calle principal y peatonal es el Paseo de Korzo. Aquí se encuentra el Ayuntamiento, con una torre del reloj del siglo XVI. Su arco era una de las antiguas entradas de la ciudad fortificada.
También es interesante la Fortaleza de Trsat, una de las mejores conservadas de Croacia y el símbolo de la ciudad.
Zagreb
Zagreb es actualmente la capital de Croacia y la última ciudad de este increíble país que visitamos antes de regresar a Madrid.
Los orígenes de la ciudad datan de 1094 aunque fue construido casi en su totalidad en 1294 por los tártaros.
Vamos a descubrir esta ciudad, quizás olvidada por la fama de las localidades costeras, pero que fue destino número 1 para Lonely Planet en 2017 y elegida como mejor lugar para visitar los mercadillos navideños en 2016 y 2017.
Zagreb, como tantas ciudades europeas, está dividida entre la ciudad alta (Gornji Grad) con una estructura más barroca, y la ciudad baja (Donji Grad) que nos recordará a las ciudades centro europeas, llenas de vida en sus cafés y terrazas.
Comenzamos la visita en la ciudad alta. Para llegar hasta aquí, podéis utilizar el antiguo funicular que la conecta con la parte baja. Su peculiaridad es que es el más corto de Europa con solo 66 metros de vía. Construido en 1890 se mantiene en su estado original.
En la parte alta nos encontramos con varios lugares de interés… ¿Comenzamos con la Catedral?
Fue destruida prácticamente en 1880 por un gran terremoto. Se reconstruyó años después en estilo neogótico añadiéndole 2 campanarios de más de 100 metros de altura que se divisan prácticamente desde cualquier parte de la ciudad.
Alrededor de la catedral se encuentran las antiguas murallas del siglo XVI, consideradas unas de las murallas renacentistas mejor conservadas de Europa.
Otro punto de interés es la Iglesia de San Marcos. Os llamará la atención por su tejado donde podréis observar los escudos de Zagreb y de Croacia.
Este templo, reconstruido en múltiples ocasiones fue construido en el siglo XIII.
Bajando ya de la ciudad alta os toparéis con la Puerta de Piedra, que es la única que se conserva de las 4 que existían.
Esta puerta es una de las construcciones más antiguas de Zagreb. Se dice que en 1731 ocurrió aquí un milagro convirtiéndola en uno de los lugares al que más cariño tienen los agramitas.
Descendemos poco a poco para llegar a la ciudad baja que nos ofrece un inmenso contraste con la alta.
Aquí, son las calles amplias, avenidas, jardines, parques y edificios señoriales lo que os encontraréis.
Se comenzó a planificar y construir en el siglo XIX por la falta de espacio en la zona antigua y siguiendo totalmente el estilo europeo de la época.
Durante este periodo, también se construyeron alguno de los edificios más característicos de la ciudad, como la estación de tren o el Teatro Nacional.
La plaza de plaza de Ban Josip Jelacic es el centro neurálgico de la capital. Desde aquí parten un gran número de autobuses y tranvías.
Es el espacio perfecto para ocupar una terraza (si el tiempo lo permite) y disfrutar de un buen café croata.
Varazdin
El último día que disfrutamos en Croacia lo pasamos en Varazdin, una localidad ubicada a 1 hora al norte de Zagreb y que fue la capital de Croacia de 1767 a 1776.
Toda la ciudad os recordará a Viena por la cantidad de edificios rococós y barrocos de aire aristocrático.
Pero, sin duda, lo que más nos llamó la atención es el bonito Castillo de Varazdin que actualmente es un museo.
Esta fortificación renacentista comenzó a construirse en el siglo XIV. De estilo gótico-renacentista está rodeada por unos bonitos jardines que sirven de lugar de recreo para los locales.
Si queréis visitar el museo de historia de la ciudad que alberga el castillo, os advertimos que las explicaciones vienen en croata.
Tanto el núcleo histórico de Varazdin como el castillo han sido propuestos por Croacia para para que se les otorgue el título de Patrimonio de la Humanidad (UNESCO).
Conclusión
Viajar a Croacia es sin duda una experiencia enriquecedora en muchos sentidos. Este viaje de dos semanas nos ha descubierto un país que ha sabido resurgir de una devastadora guerra de manera ejemplar.
Sus pueblos y ciudades derrochan historia y cultura a partes iguales y os sorprenderán a cada paso que deis. Algunas de ellas han sido decorados de series y películas y… ¡¡no es para menos!! ya que son lugares de cuento.
Croacia también os sorprenderá con playas de agua cristalina y parques nacionales de increíble belleza.
Un país que nos ofrece tanto turismo cultural como de sol y playa o de aventura y al que es muy fácil llegar a través de sus aeropuertos internacionales.
Nuestra recomendación es que, si podéis, disfrutéis de Croacia en los meses de mayo-junio o en otoño. Tendréis un fantástico clima y evitaréis las aglomeraciones de los meses de verano.
Este es un viaje que no os decepcionará y del que probablemente regreséis con ganas de volver para seguir conociendo esta maravillosa nación, y, probablemente adentraros en otros países de la península balcánica como Montenegro, Macedonia o Bosnia.