Datos Básicos:
- Cómo llegar:
- Metro: Estaciones de Bilbao o Iglesia (L1)
- Autobús: 40, 147 (Parada: Plaza de Chamberí)
- Coche: Esta zona es de aparcamiento regulado (SER)
- Dirección: Plaza de Chamberí, s/n
- Entradas: Sólo es posible realizar la visita con reserva previa. Podéis adquirir vuestras entradas aquí.
- Precio: Gratuito
Próxima parada, Chamberí
¿Os habéis parado a pensar alguna vez cómo era el Metro de Madrid cuando empezó a funcionar? Gracias a que la estación de Chamberí se conservó, podéis viajar en el tiempo y llevaros una imagen bastante fiel de la realidad de los años 50-60.
Inspirada en las coloridas y brillantes estaciones de París, fue inaugurada en 1919 como parte de la primera línea de metro de Madrid.
Diseñada por Antonio Palacios, optó por una solución funcional muy simple en cuanto a recorridos y organización, y por unos acabados sencillos. Incorporó la luz natural mediante un lucernario en el vestíbulo que ahora está tapiado. La bóveda de la estación va recubierta de azulejo blanco biselado y sus extremos están decorados por grandes recuadros de azulejos sevillanos que limitan el contorno de los carteles publicitarios, también de cerámica. Estos carteles son uno de los grandes atractivos de la estación, ya que se conservan prácticamente tal y como fueron creados en la década de los años 20.
Y es que, antiguamente se compraba el espacio «de por vida» y los carteles podían estar ahí décadas, no como ahora, que se cambian con frecuencia.
A principios de los 60, la Compañía Metropolitana decidió aumentar la longitud de los trenes y, por lo tanto, de los andenes. Las estaciones de Bilbao e Iglesia se alargaron en dirección a Chamberí, de modo que, las acercaron más de lo que de por sí ya estaban. Esto, y que la estación de Chamberí está en curva, imposibilitaron alargar esta estación que se clausuró. El cierre definitivo tuvo lugar el 22 de mayo de 1966.
Tras pasar varias décadas en el abandono, la estación abrió sus puertas de nuevo en el año 2008 como parte del proyecto Andén Cero, y desde entonces no ha dejado de transportar a sus visitantes en el tiempo. Convirtiéndola en uno de los secretos más impresionantes de Madrid.
Ahora, podemos volver a contemplarla con esos acabados brillantes, coloristas y luminosos tal y como eran.
De hecho, se han restaurado integralmente los muros, bóvedas y carteles publicitarios, así como el mobiliario y los andenes originales. Podéis recorrer la estación, desde las taquillas hasta el andén y descubrir una estación de 1919 con todos sus elementos originales.
Los actuales trenes de la línea 1 atraviesan la Estación de Chamberí a gran velocidad, pero, no paran. La única manera de oír «Próxima parada, Chamberí» es visitando a pie esta joya del suburbano madrileño.