¡¡Tic, tac!! ¡¡Tic, tac!! En estas 2 localidades sentirás el tiempo detenerse, en parte, porque conservan sus cascos históricos casi intactos y, por otro lado, por la tranquilidad que se respira.
Así que… ¡¡Olvídate del reloj!! y vente a pasear por Orvieto y Todi.
Orvieto
Pues mira, te vamos a ser sinceras… jamás hubiéramos pensado que un pueblo pudiera tener esa maravilla de Catedral, pero maravilla. De hecho, dicen que es una de las joyas del arte gótico de Italia, así que…
Esto, es lo que no te puedes perder:
- En ella se encuentra la reliquia sagrada conocida como el «Milagro de Bolsena»
- Su rosetón, que no tiene nada que envidiar al de Nôtre Dame de París.
- Su fachada, repleta de mosaicos
La vas a localizar fácil porque se ve desde todos los sitios…
Hablando de edificios que se ven desde todos los sitios, otro de los «must» de Orvieto es la Torre del Moro. Su nombre viene por el de su propietario, Raffaele di Sante, al que… ¿¿Cómo crees que le llamaban?? Venga, que esta es fácil… ¡¡El Moro!!
Con sus 47 metros de altura nunca la perderás de vista, además está en una de las calles por las que seguro vas a pasar, el Corso Cavour. Se puede subir hasta la terraza superior, desde la que disfrutarás de una impresionante vista de 360 grados de toda la ciudad.
Unido a la torre del Moro y conectado directamente a ella, se encuentra el Palacio de los Siete; aquí, como ves, vamos de nombre curioso en nombre curioso y tiro porque me toca. Pero, en esta ocasión es más difícil adivinar el por qué del nombre…
Resulta que se llama así porque era la sede de los siete cónsules representantes de las Artes y Oficios de la ciudad de Orvieto. ¡¡Ahí es «ná»!!
Después de darte un paseo por el centro, te recomendamos que, como última parada, te acerques al Pozo de San Patricio. Si la Catedral es una joya del gótico, este pozo, es una maravilla de la ingeniería renacentista.
Si has estado en Sintra, te resultará bastante familiar, pero no por ello menos impresionante.
Tiene 62 m de profundidad con 2 puertas grandes a los lados que te permiten acceder a la escalera y bajar unos 248 escalones.
La iluminación es totalmente natural gracias a sus 70 ventanas. Al llegar al fondo verás un puente de madera para pasar de un lado a otro.
Ya sabes que todo lo que sube baja, y viceversa… así que ¡¡Acuérdate que luego tienes que subir!!. La buena noticia es que, las escaleras de subida y bajada son independientes, lo que hace mucho más fácil el ascenso porque no te cruzarás con nadie.
Una vez arriba, disfruta de las vistas que te rodean y prepárate para la siguiente parada de hoy.
Todi
Todi se alza en una colina de unos 400 metros de altura a orillas del Río Tíber, con sus fértiles campiñas y extensos prados… hará que te olvides de todo.
A que… ¿No conocías Todi pero ya te estás imaginando allí?
Pues hay mucho más porque conserva un patrimonio histórico que te dejará ojiplático.
Te recomendamos que empieces tu visita, por donde siempre, por la plaza principal (Piazza del Popolo). Aquí puedes ver el Palazzo dei Priori y la Catedral.
Después date una vuelta por sus calles. En cualquier esquina puede haber una sorpresa en forma de iglesia, como las de San Felipe, San Esteban y San Jorge; palacios, como el del Capitán; sin olvidar las vinotecas… porque de Todi no te puedes ir sin probar su vino. ¡¡Chin, chin!!
Aunque es una localidad que no siempre aparece en los recorridos por Umbria, a nosotras nos encantó, de hecho, el recuerdo de ese viaje nos lo trajimos de allí… ¡¡mira, mira!!.
Así que, no te podemos recomendar otra cosa que no sea… ¡¡incluirla en tu viaje a Umbria!!