Nuestra siguiente parada es el famoso Monasterio de Rila, ubicado en las montañas del mismo nombre.
Desde Ohrid son aproximadamente 6 horas de trayecto, así que, nos lo tomamos con calma y llegamos al hotel al anochecer, para al día siguiente, visitar el monasterio y continuar nuestro viaje hasta Plovdiv.
Llegamos al complejo monástico poco después del horario de apertura (de 7 a 20h todo el año). La entrada es gratuita y todo el recinto fue inscrito en la lista de monumentos de la UNESCO en 1983.
El monasterio está ubicado en una zona montañosa con profundos bosques, un lugar ideal para la meditación y el recogimiento que iban buscando los monjes.
Aún se puede visitar (haciendo una caminata) la cueva donde San Juan de Rila se dedicaba al ayuno y la oración.
Fue fundado en el s.X por San Juan de Rila, pero fue destruido y vuelto a levantar en el s.XIV siendo un ejemplo del arte renacentista búlgaro.
Por desgracia, un gran incendio lo devastó en 1833 pero se reconstruyó de nuevo entre 1834 y 1862.
Dentro del recinto, veréis una imponente torre, la torre Jreliyova de 1335, lo que la convierte en la construcción más antigua del monasterio.
El claustro está conformado por una serie de arcos sucesivos en varias plantas donde están las dependencias de los monjes.
La Iglesia de la Natividad de la Virgen data de 1837. Llama mucho la atención por sus 5 cúpulas y por su pintura exterior a rayas negras , blancas y rojas .
Sus frescos, tanto del interior como del exterior, son una verdadera obra de arte con la curiosidad de que han sido pintados en diferentes épocas.
La otra torre que se puede visitar, aunque solo en los meses de verano, es la de Hrelova que ha servido de refugio para los monjes en diversas guerras y que aun mantiene su estructura original del s.XIV.
Nuestra visita a Rila fue breve, pero os recomendamos que paséis aquí algún día más para poder disfrutar de la naturaleza que rodea este monasterio. ¡¡Os encantará!!