Imagínate una ciudad en la que los lagos forman sus murallas naturales.
Ahora añade calles medievales, una arquitectura alucinante y un toque de historia de la Liga Hanseática.
Pues sí, esas ciudades existen y se llaman Lübeck y Ratzeburgo. Así que… ¿Te animas a hacer un viaje al pasado?.
Ratzeburgo: La “Ciudad Isla” de los cuatro lagos.
Empecemos por Ratzeburgo, porque aunque no esté en todas las guías, es una joya oculta que no te puedes perder si vas a Lübeck.
Rodeada de cuatro lagos y conectada al mundo exterior solo por tres puentes, esta pequeña ciudad es como la “Venecia” medieval de Alemania (bueno, con menos góndolas y más naturaleza).
Lo que no te puedes perder en Ratzeburgo:
- La Catedral de Ratzeburgo: Esta catedral es del siglo XIII, una auténtica reliquia románica fundada por Enrique el León. Dentro, fíjate en el altar mayor, la sillería del coro (la más antigua del norte de Alemania) y un increíble púlpito renacentista. ¡Ah! Y en el patio de la catedral verás una réplica del famoso león de Braunschweig, símbolo del fundador.
Lübeck: Capital de la Liga Hanseática.
Pasamos ahora al plato fuerte: Lübeck. Esta ciudad fue la capital de la Liga Hanseática y todavía guarda ese aire majestuoso que tuvo en sus tiempos de esplendor. La UNESCO la ha descrito como el “prototipo de ciudad ideal del siglo XII” y, sinceramente, no podemos estar más de acuerdo. Aquí cada rincón tiene historia, y cada edificio parece sacado de una postal.
5 cosas imprescindibles que ver en Lübeck:
1. Holstentor:
Lo primero que verás es la Holstentor o puerta de Holsten, símbolo de la ciudad. Y sí, está un poco inclinada, no es tu vista la que falla. Se debe a que está construida en un terreno fangoso y, con el paso de los siglos, se ha hundido un poquito. Pero, ¡tranquilo! La restauración de 1934 hizo que dejara de hundirse, así que… no preocuparse.
2. El Ayuntamiento:
El Ayuntamiento de Lübeck es uno de los edificios más espectaculares de la ciudad. Con su fachada de ladrillo negro que contrasta con el rojo típico de la ciudad y sus torres, no pasa desapercibido. Dentro, visita la Hansesaal (sala de la Liga Hanseática) y la Danzelhus (sala del baile). Es como entrar en un capítulo de historia medieval en vivo.
3. Iglesia de Santa María de Lübeck:
Si sufres de dolor de cuello, prepárate porque aquí vas a quedarte mirando hacia arriba un buen rato. La Iglesia de Santa María es la tercera más grande de Alemania y tiene la nave de ladrillo más alta del mundo (¡38,5 metros!). Y sí, ¡vas a sentirte como un hobbit dentro!
Además, busca el ratón escondido en la iglesia, como si estuvieras en un “escape room”. Cuenta la leyenda que si lo encuentras, tienes garantizado volver a Lübeck. Y no te pierdas el Reloj Astronómico que todavía funciona y da su show a las 12 del mediodía. Ah, y las campanas rotas en el suelo son un recuerdo del ataque aéreo de la II Guerra Mundial.
4. El diablillo de Santa María:
En la iglesia también te encontrarás con una figura de bronce de un diablillo, y su historia es bastante divertida. Resulta que, cuando comenzaron a construir la iglesia, el diablo pensó que era una taberna, así que ayudó en la obra. Pero cuando se dio cuenta de que era una iglesia, se enfureció y casi destruye el lugar. Los trabajadores, para calmarlo, le prometieron construir una taberna cerca. Hoy, en ese mismo sitio, hay una bodega.
5. La orilla del Río Trave:
No te vayas sin pasear por el río Trave, especialmente en un día soleado. Aquí es donde se concentra la movida de la ciudad, con terrazas, restaurantes y unas vistas espectaculares para fotos de postal. Además… ¿Quién puede resistirse a un helado con vistas a la ciudad medieval?
Lübeck y Ratzeburgo son dos ciudades que te harán sentir que has retrocedido en el tiempo. Entre sus lagos, murallas, y callejuelas medievales, la historia se respira en cada rincón. Tanto si eres un amante de la historia, de la arquitectura o simplemente un viajero curioso, estas ciudades tienen algo especial que ofrecerte.
¿Listo para descubrir estos tesoros medievales? ¡Anímate a conocer el otro lado de Alemania, el que va más allá de Berlín y Múnich!
A continuación, te dejamos toda la información de utilidad para que disfrutes al máximo de tu visita.
Datos Básicos:
- Ubicación: Ambas ciudades están en el norte de Alemania. Ratzeburgo está a solo 20 minutos de Lübeck, así que puedes combinarlas en un solo viaje.
- Mapa de los lugares que no te puedes perder en Lübeck:
- Transporte: Lo mejor es moverse en coche para tener libertad y disfrutar del paisaje. También puedes hacer un tour guiado por Lübeck para no perderte ni un detalle.
- Mejor época para visitar: La primavera y el verano son ideales, aunque en invierno el ambiente navideño es mágico, especialmente en los mercadillos de Lübeck.