«Yo sooooy el pirata de pata de paaaaalo, con ojos de vidrioooo y cara de maaaalooo…»
Pues sí, así es como te sentirás explorando la Cueva del Tesoro, un lugar lleno de leyendas, tesoros escondidos y misterios submarinos. Esta cueva es una de las tres únicas cuevas de origen marino que se conocen en todo el mundo, y para nuestra suerte, ¡La tenemos aquí mismo, en Rincón de la Victoria, Málaga!
Así que, si lo tuyo son las aventuras tipo pirata o simplemente te encanta descubrir lugares únicos, esta cueva es para ti.
Vamos a explorarla juntos, pero no olvides tu sombrero de explorador (o de pirata, lo que prefieras).
Un tesoro submarino: Historia y misterios.
Para empezar, déjanos contarte que la Cueva del Tesoro es una de esas rarezas que sorprenden. Como ya te mencionamos, es una de las tres cuevas de origen submarino del mundo (las otras dos están en Asia y América Central, por si te interesa hacer un tour mundial de cuevas marinas). Esta singularidad ya fue suficiente para despertar nuestra curiosidad, pero espera, que aquí viene lo más jugoso.
Se cree que esta cueva se formó durante el periodo jurásico (sí, en tiempos de los dinosaurios) y, poco a poco, fue emergiendo del mar. ¿Ves esas paredes onduladas que parecen verdaderas olas congeladas en el tiempo? Pues se formaron gracias a las filtraciones de agua dulce, lo que ha dado lugar a formaciones rocosas realmente únicas. Vamos, que caminarás entre «olas de piedra». Es como estar bajo el mar, pero sin mojarte (¡gracias, evolución geológica!).
Pero ahora viene lo que realmente te interesa, ¿verdad? ¡El salseo! Porque si una cueva se llama Cueva del Tesoro, es por algo. Cuenta la leyenda que a principios del siglo XII, un tesoro real con destino a Al-Ándalus se perdió misteriosamente y… ¿Adivinas dónde se supone que acabó? ¡Exacto! Aquí, en la cueva.
El gran buscador del tesoro: Antonio de la Nari.
Todo buen tesoro necesita un cazador de leyenda, y en este caso, fue un suizo (y no, no hablamos de los bollos suizos). Antonio de la Nari, un suizo de verdad, pasó casi 30 años buscando este tesoro, y no se andaba con chiquitas. Nada de mapas del tesoro ni garfios: dinamita. Sí, así de serio iba el tema.
Se dice que abrió nuevas galerías y pasadizos con explosiones hasta que, en 1847, la historia tuvo un final trágico: murió debido a una de esas explosiones. ¿Y encontró el tesoro? Bueno… vamos a decir que la búsqueda continúa.
Un candil y seis monedas de oro:
La historia no acaba con Antonio. En el siglo XX, un farmacéutico decidió comprar los terrenos donde está la cueva, supuestamente para recolectar hierbas medicinales, pero ¿a quién iba a engañar? Seguro que él también estaba tras el tesoro. Y aunque no lo encontró, vendió la cueva por el simbólico precio de una peseta a su hijo Manuel. ¿Y qué pasó después? Pues aquí viene la parte emocionante: un día, Manolo encontró un candil con seis monedas de oro árabes en la Sala de la Virgen, un hallazgo que volvió a avivar la leyenda del tesoro oculto.
Además, esta sala es famosa por la aparición de una figura misteriosa con sombrero y capa que ha sido vista en varias ocasiones. ¿A que mola? ¡Esta cueva no para de sorprender!
Lo que verás en la Cueva del Tesoro:
Si te animas a visitar la cueva, aquí tienes lo que no te puedes perder, además del tesoro… (si lo encuentras, te invitamos a unos espetitos):
- Sala de la Virgen: Aunque es la primera que te encontrarás en el recorrido, fue la última en descubrirse. Aquí fue donde se encontraron las monedas de oro, así que abre bien los ojos.
- Pozo del Suizo: Este pozo fue uno de los muchos «regalitos» que dejó Antonio de la Nari con sus explosiones. ¡A ver si te cruzas con algo que él no encontró!
- Sala de Marco Craso: Según la leyenda, el general romano Marco Craso se escondió aquí durante ocho meses en plena huida. Dicen que eso de «huir de las responsabilidades» viene de entonces (bueno, eso ya es invención nuestra).
- Sala del Águila: ¿Podrás ver un águila en las formaciones de la roca? ¡A nosotras nos costó, pero seguro que tu imaginación va a mil!
- Sala del Santuario de Noctiluca: Esta sala tiene un aire misterioso, y no es para menos, ya que se encontraron cenizas de sacrificios animales. Si sientes alguna presencia extraña, no te preocupes… ¡es parte del encanto de la cueva!
- Sala del Volcán: La sala más profunda, donde notarás un aumento de la temperatura debido a la poca ventilación. Te lo decimos ya: aquí se siente «el caloret» a lo grande.
- Sala de los Lagos: Quizás la más espectacular, con tres lagos naturales que te dejarán boquiabierto. La naturaleza aquí te hará sentir que has entrado en un mundo mágico.
La Cueva del Tesoro no es una cueva cualquiera. No solo es un espectáculo geológico impresionante, sino que también está cargada de leyendas, misterios y, quién sabe, quizás un tesoro esperando ser encontrado. Así que, si te animas a la aventura igual… ¡Puede que vuelvas a casa con algo más que una foto!
¿Te atreves a descubrirla? ¡Cuéntanos si ya la has visitado o si piensas hacerlo pronto! Y si encuentras el tesoro… no te olvides de compartirlo.
A continuación te dejamos toda la información de utilidad para que disfrutes al máximo de tu visita.
Datos Básicos:
- ¿Dónde está la Cueva del Tesoro?: Av. de Picasso, 21, 29730 La Cala del Moral, Málaga
- Horario de visita: Consulta la web oficial, ya que varía según la temporada.
- Duración de la visita: Aproximadamente 45 minutos.
- Precio: La entrada general cuesta aproximadamente 5€ (pero oye, si encuentras el tesoro, eso será lo de menos).
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